La ventana de tolerancia emocional es un concepto que describe el rango óptimo de activación emocional en el cual una persona puede funcionar de manera eficaz y adaptativa. Dentro de esta ventana, las emociones se experimentan de manera equilibrada y gestionable. Sin embargo, existen dos estados que pueden ocurrir fuera de esta ventana:
 

 

1. Hipoactivación: Ocurre cuando una persona experimenta una baja activación emocional, lo que puede manifestarse como apatía, falta de energía o desconexión emocional. En este estado, la persona puede tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones o sentirse motivada.
 

2. Hiperactivación: Se produce cuando una persona experimenta una alta activación emocional, lo que puede llevar a sentirse abrumado, ansioso o estresado. En este estado, las emociones pueden dificultar la capacidad de pensar con claridad, tomar decisiones racionales o manejar situaciones difíciles de manera efectiva.

 

Es importante tener en cuenta que la ventana de tolerancia emocional puede variar de una persona a otra y también puede cambiar en diferentes momentos de la vida o en respuesta a situaciones específicas. El objetivo es trabajar para mantenerse dentro de esta ventana tanto como sea posible, desarrollando habilidades de regulación emocional y buscando apoyo cuando sea necesario para gestionar los estados de hipoactivación o hiperactivación.